El oro es un metal precioso valorado en todas las culturas desde hace varios miles de años, durante los cuales se ha utilizado como ornamento y como moneda. Físicamente, una de sus principales características es que no se oxida ni se deteriora en condiciones adversas, pero intrínsecamente tiene otra más valiosa: preserva el valor a lo largo del tiempo.
Por este motivo, y en un entorno de cada vez mayor incertidumbre, el oro físico se ha convertido en un producto muy interesante tnto para los inversores que decidan diversificar sus carteras como para todas aquellas personas que pretendean hacer lo mismo con su patrimonio.
Pero, ¿Por qué comprar oro?, ¿Por dónde empiezo?, ¿Compro monedas o lingotes?. A todas estas preguntas responde, en esta Guía sobre el oro físico de inversión, Tomás Epeldegui, director de Degussa Metales Preciosos en España.
El director de Degussa, considera que la modalidad de inversión más segura es la del oro físico, y argumenta algunos motivos, entre ellos, “que el oro físico es una pieza de metal que pasa físicamente a las manos de quien invierte. Si invertimos en oro físico es fundamental tener la propiedad y control de nuestra inversión, es decir lo que tenemos que recibir es nuestro metal, no un papel que diga que tenemos el metal, pues de esa manera no tendríamos el control de nuestra inversión, con los riesgos que conlleva. Por otro lado, si invertimos a través de vehículos financieros, tendremos un derecho o una opción, pero no la propiedad del metal”.
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