Un otoño e invierno, al menos, gélido económicamente hablando
Una vez finalizado el periodo vacacional, reiniciamos desde nuestro despacho las tradicionales publicaciones semanales del mismo. Esperamos que este tórrido verano haya sido aprovechado para descansar, disfrutar, así como para coger fuerzas para la que económicamente parece avecinarse.
Como indica el título desde nuestro despacho esperamos un otoño e invierno, si no abarca más periodo de tiempo, muy difícil. Si el verano climatológicamente ha sido tórrido, todo parece indicar que vamos a tener un otoño invierno económico gélido, bastante duro y complicado por lo que estamos observando.
Durante la primavera y el verano ya pasado, la inflación se ha convertido en la máxima preocupación económica, algo que las actuaciones y mensajes de los principales bancos centrales están ya trasladando a la opinión pública; no solo en su discursos sino también con sus actuaciones en materia de política monetaria –vuelta a la ortodoxia, como lo demuestra las alzas de tipos de interés que se están produciendo-. Esta misma semana hemos tenido una subida de los tipos del BCE de 75 p.b., es más la Gobernadora nos anuncia más subidas de aquí hasta finales de año –preveemos otros 100 p.b.
Hace tiempo que los bancos centrales, especialmente el BCE, venían transmitido un mensaje engañoso, aquel de que la inflación era solo “temporal”. Para nada servían las señales enviadas por el alza de precios que se registraban antes del conflicto ruso-ucraniano, tampoco la subida de la subyacente –indicador adelantado del IPC-, el alza de materias primas más allá del petróleo y el gas, tampoco la caída de confianza de las empresas y consumidores, la caída de ventas mayoristas y minoristas, mercados laborales que daban señales de debilitamiento. En este sentido el gobierno de nuestro país ha intentado hacerse trampas en el solitario, la reforma laboral es un mero maquillaje de la foto rea de nuestro famélico mercado laborlal, ahoro con las ultimas cifra publicadas sobre el mismo todo ha saltado por los aires; efectivamente “el rey iba desnudo”.
Ahora todo parece llevarnos a un periodo de estanflación, bajo o nula crecimiento combinado con una inflación alta, algo que el propio BCE ya admite abiertamente con sus previsiones para el 2023. Veremos si el estancamiento no termina con algunas economías en recesión, el Reino Unido y el área euro tienen bastantes posibilidades de ello.
¿Qué implica esta subida y las venideras en temas de inversión? Vamos a dar un repaso de las principales, quedando como siempre a su disposición para cualquier consulta o aclaración.
.- Crédito: el crédito se va a encarecer por la subida de tipos y se restringirá por el estancamiento económico con peligro de acabar en recesión. Especial atención deben tener las familias endeudadas a tipo variable pues la subida de tipos se ha dejado notar en el Euribor y es obivio, salvo contratiempo, que se siga encareciendo aún más. Dentro de aquellos que tengan este tipo de hipotecas los que más deberían preocuparse serían aquellos que aún no han consumido la mitad del tiempo desde la concesión hasta su vencimiento, en la primera mitad temporal es donde el peso de los intereses tienen mayor peso en la cuota hipotecaria.
.- Inmobiliario: La subida de tipos y una mayor escasez en la concesión del crédito pueden ralentizar el dinamismo del merdado inmobiliario, algo que ya se esaba produciendo. No pensamos en caída de precios, más bien en un estancamiento de los mismos o con mínimas alzas. La rentabilidad por alquiler se mantendrá por encima de la remuneración ofrecida por los tipo de interés, si bien la rentabilidad ofrecida por este concepto se situará por debajo de los niveles del IPC general.
.- Cuentas y depósitos bancarios: aún cuando es de suponer que los tipos de los mismos subirán, los tipos ofertados estarán muy lejos de los incrementos de precios. En otras palabras que los que tengan estos activos se van a empobrecer por la pérdida de poder adquisitivo, la inflación es conocida como “el imupuesto de los pobres”.
.- Perfiles de inversión de bajo o medio riesgo. La experiencia nos dice que la mayor parte de las familias tienen carteras en fondos inversión con fuerte exposición a renta fija. En este caso nos encontramos que para ellos este primer semestre ha sido malo, pero que el segundo –alejandonos de los manidos estereotipos de mantener el tiempo todo lo cura- puede ser aún peor. La subida de tipos de interés conlleva una caída del precio de los activos de renta fija donde a mayor subida superior será la caída.
.- Perfiles de inversión de medio y alto riesgo. Las carteras que menor presencia tienen entra la familias. En este caso las pérdidas son cuantiosas, ahora estas carteras las tienen o deberían tenerlas inversores por lo que saben los riesgos que corren. En todo caso se deberían revisar concienzudamente las carteras y adecuarlas al nuevo escenario que se abre.
.- Inversiones alternativas. En este caso estamos hablando de multitud de posibilidades de inversión, todas ellas muy variadas –desde hedge funds, private equity, fondo de financiación y otros tipos de estructura-. Una vez más alertamos que este tipo de inversión no es para todos los público, sino para personas con patrimonios altos, horizontes temporales a largo plazo y líneas de liquidez aseguradas en el medio y largo plazo. Por otra parte la variedad del abanico ofrecido en este tipo de inversiones debe ser analizadas con sumo cuidado en aspectos como: liquidez, condiciones, vencimientos, riesgo, retorno ofrecido. Desde nuestro despacho estamos en condiciones de ofrecerle nuestro servicio de consultoría en esta materia.
Como pueden ver en este rápido repaso, no exhaustivo, el momento es complejo, muy complejo. Es por ello que el inversor necesita del apoyo de profesionales independientes para analizar la cartera de inversiones, ver si corresponde a su situación patrimonial y de rentas y gastos, así como ajustar las inversiones a una fiscalidad lo meno gravosa para el contribuyente.
En la actualidad nuestra opinión se basaría en los siguiente puntos básicos:
.- ¿Están las inversiones adecuadamente ceñidas a la situación patrimonial de la familia, son las convenientes o se necesita reequilibrar y/o reorientar la cartera?
.- Concienzudo estudio de la fiscalidad, no solo el IRPF sino también aspectos como la transmisión intergeneracional.
.- Dilucidar si es momento para proteger y consolidar el patrimonio o por el contrario centrarse en la rentabilidad a medio y largo plazo, en este último caso asumiendo la posibilidad de importantes pérdidas.
.- Gestión del riesgo como pilar básico de la gestión en activos y vehículos financieros, la rentabilidad siendo muy importante pasa ahora un segundo plano, importante pero en segundo plano.
Un saludo y a hacer frente a este otoño e invierno que nos viene encima.
Bernal & Sanz Bujanda. Despacho patrimonial privado.
Miguel A. Bernal Alonso: m.a.bernal.a@gmail.com
David Sanz Bujanda: davidsanzbujanda@gmail.com
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