El método y las ideas de uno de los mejores inversores de todos los tiempos
Charlie Munger es uno de los mejores inversores de la historia. Es mundialmente conocido por ser socio de Warren Buffett y vicepresidente de Berkshire Hathaway, firma con la que ha obtenido un éxito impresionante.
Pero, más allá de sus logros como inversor, Munger es una persona fascinante por su forma de pensar y la manera en que controla las emociones. Su noción de «sabiduría elemental y mundana», un conjunto de modelos mentales que abarcan desde la economía, los negocios y la psicología a la ética y la gestión, le permite mantener las emociones al margen de sus inversiones y evitar las malas decisiones más habituales.
Sin embargo, a pesar de que el sistema de Munger ha guiado a varias generaciones de inversores de éxito, sus ideas nunca se han presentado como una teoría unificada. Este libro recoge por primera vez los pasos esenciales de su estrategia de inversión a partir de entrevistas, discursos, escritos y cartas a los accionistas, todo ello acompañado de comentarios de gestores de fondos, inversores en valor e historiadores de casos empresariales. Un libro clave para invertir mejor.
Charlie Munger, al igual que otros tantos, es un “value investor”, y defiende la idea que todo aquel que aplica este estilo es un “inversor inteligente”. Sin embargo, la interpretación de Munger de inversión en valor, difería sustancialmente de la interpretación de Buffett.
Fue gracias a la influencia de Munger que su amigo y socio, Warren Buffett, cambió su metodología de inversión, pues es mujer quien lo convenció de “buscar empresas maravillosas a un precio justo”.
Esto se refiere a buscar empresas con alto valor, y con potencial de mantener y aumentar ese valor en el largo plazo que, además, estén en algún problema pasajero que haya hecho caer el precio de sus acciones.
Lo anterior se aplica como filosofía de inversión de Berkshire Hathaway, sin embargo, como estrategia adicional, Munger se ha definido como enemigo de la diversificación excesiva. Esto lo demuestra con la cartera concentrada de solo cuatro acciones que maneja en Wesco.
Munger defiende su estrategia diciendo que, si se conoce perfectamente bien el negocio, por ende, los riesgos y el potencial, en el largo plazo, una cartera concentrada rendirá mejores beneficios que un portafolio muy diversificado.
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