A la hora de tomar decisiones de inversión, lo más importante es contar con la información adecuada sobre el producto financiero que deseamos contratar. Además de ello, es conveniente tener en cuenta los mecanismos psicológicos que intervienen en esa decisión, es decir, qué procesos mentales se siguen en la toma de las decisiones de inversión y qué errores o sesgos de nuestro modo de pensamiento pueden influir en ellas.
Uno de los sesgos que más le puede afectar como inversor, es el sesgo del exceso de confianza. Es la tendencia a sobreestimar los conocimientos y juicios subjetivos y considerarlos certeros. A la hora de tomar decisiones y realizar pronósticos, se sobrevaloran los conocimientos y la experiencia personal sin tener en cuenta la diferencia entre lo que se sabe realmente y lo que se cree saber. El exceso de confianza puede llevar al inversor a considerar que la probabilidad de que su inversión fracase es menor de lo que realmente es. El inversor sobreconfiado infravalora los riesgos de su inversión y sobreestima las ganancias esperadas de la misma.
El mejor consejo al respecto es conocerse como inversor. Aunque el intermediario financiero le solicitará información para conocerle lo mejor posible y así poder ayudarle a tomar sus decisiones de inversión y prestarle los servicios más adecuados, es importante que reflexione para estar seguro de que el riesgo que va a asumir es compatible con su situación financiera y con su disposición a aceptar pérdidas si estas se producen.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicó la guía Psicología para inversores en la que describe técnicas y recomendaciones para mitigar los sesgos cognitivos y racionalizar los procesos de inversión.
Su objetivo es difundir una serie de recomendaciones destinadas a inversores basadas en los hallazgos de la economía conductual. Esta disciplina explica el funcionamiento de los mercados y el comportamiento de los inversores incorporando conocimientos de otras disciplinas como la sociología, la antropología y la psicología.
La guía recoge una serie de propuestas dirigidas a inversores que, según la CNMV, facilitan la aplicación práctica de las principales premisas de la economía conductual a la adopción de decisiones de inversión. Recoge una introducción relativa a los fundamentos básicos de la economía conductual y al proceso de toma de decisiones de inversión. A continuación, describe detalladamente los sesgos cognitivos que afectan a las distintas fases de este proceso. Además, hace referencia a una serie de técnicas y recomendaciones destinadas a mitigar dichos sesgos cognitivos y a facilitar al inversor la racionalización de su proceso de inversión. Para finalizar, y a modo de resumen, la facilita una serie de recomendaciones generales.
Qué es la economía conductual o behavioral economics
La teoría económica tradicional se ha ocupado desde sus orígenes de la manera en que los sujetos adoptan sus decisiones de inversión, ahorro y gasto. Para ello se ha basado en las premisas de que los sujetos saben lo que quieren, utilizan la información disponible de una manera dirigida a conseguir sus objetivos y comprenden perfectamente los riesgos y beneficios de sus decisiones financieras. Sin embargo, los numerosos descubrimientos sobre el modo en que funciona el cerebro humano realizados en los últimos años y procedentes de disciplinas como la psicología, la neurología o la neurofisiología revelan que esto no es así y que las personas con frecuencia desconocen sus preferencias, utilizan incorrectamente la información disponible y no comprenden bien los riesgos que asumen.
La economía conductual o psicología económica estudia los comportamientos humanos reales en un mundo real para desarrollar, a partir de ello, modelos económicos más precisos y prácticos que los facilitados por la teoría económica convencional.
Esta nueva guía amplía y desarrolla los contenidos publicados por la CNMV en la ficha del inversor titulada ‘Mecanismos psicológicos que intervienen en la toma de decisiones de inversión’, en la que se incluyen una serie de consejos como la búsqueda de profesionalidad a la hora de invertir y evitar las modas, los gurús de turno o los rumores.
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