La libra esterlina ha subido tras la anulación del «minipresupuesto» y la dimisión de la primera ministra británica. Sin embargo, no perseguimos el rally de la libra. Nuestra valoración se basa principalmente en las perspectivas de crecimiento de Reino Unido, debido a la reducción del coste de la vida y en la perspectiva de políticas austeras. Además, la libra esterlina está expuesta a que los rendimientos de Reino Unido sean más bajos en el futuro.
En los últimos días, la libra esterlina prácticamente revirtió las pérdidas sufridas a raíz de los planes de «minipresupuesto» de Liz Truss anunciados a finales de septiembre. El rebote de la libra esterlina cobró más fuerza tras la destitución de Kwasi Kwarteng como ministro de Hacienda y la dimisión de Liz Truss como primera ministra de Reino Unido. Desde entonces, su sucesor, Jeremy Hunt, ha anunciado un notable giro de 180 grados respecto a la agenda política inicial de Truss. El gobierno no solo se dispone a revertir la mayor parte de los recortes fiscales no financiados, sino que también está en camino de aumentar el impuesto de sociedades al 25% e imponer un nuevo impuesto sobre los beneficios inesperados a las empresas energéticas, al tiempo que limita el límite de los precios de la energía para los hogares a un período de seis meses (desde los dos años iniciales).
Dada la afirmación del Sr. Hunt de que el Gobierno necesita «dar seguridad sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas» y su promesa de presentar el plan fiscal junto con las proyecciones independientes de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR por sus siglas en inglés) el 31 de octubre, creemos que el riesgo de otra fuerte caída de la libra ha disminuido notablemente. No obstante, no perseguiríamos el reciente rebote.
La libra esterlina se ha recuperado hasta superar su valor de mercado a corto plazo frente al euro (Gráfico 1) y, aunque las subidas de tipos de emergencia para estabilizar la divisa son cada vez menos probables, el Banco de Inglaterra sigue necesitando unos tipos de interés más altos para ahogar las persistentes presiones inflacionistas. Por ello, el aumento de los pagos de las hipotecas y el elevado coste energético pesarán sobre la renta disponible de los hogares, lo que sugiere que es probable que Reino Unido permanezca en recesión durante más tiempo. Además, la expectativa de una nueva campaña de austeridad apunta en la misma dirección. Por último, el debilitamiento de la actividad global y la falta de confianza (Gráfico 2) también deberían pesar sobre la libra esterlina, lo que sugiere una mayor debilidad en los próximos meses.
Claudio Wewel, estratega de divisas de J. Safra Sarasin Sustainable AM
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