A cinco semanas de unas de las elecciones presidenciales estadounidenses más disputadas, la incertidumbre en cuanto al resultado y a lo que pueda suceder después preocupa a los inversores. Diversos bancos y analistas han aconsejado combatir esa incertidumbre y la consiguiente volatilidad de los mercados de capitales tomando posiciones en oro.
La última entidad en sumarse a estas recomendaciones ha sido UBS. En un reciente informe, el banco suizo advierte a sus clientes de que la actual radicalización del enfrentamiento entre el actual presidente, el republicano Donald Trump, y el candidato demócrata Joe Biden, podría aumentar la volatilidad e incrementar el interés de los inversores por los activos refugio. Desde UBS recomiendan a sus clientes que adquieran oro, un activo refugio tradicional que tiende a revalorizarse en periodos de incertidumbre económica.
En TIEMPO DE INVERSIÓN, Tomás Epeldegui, director de Degussa Metales preciosos, considera que “siempre es buen momento para comprar oro, puesto que las compras recurrentes en el tiempo nos promedian el precio. Hoy en día, dada la situación de los mercados y, sobre todo, ante las perspectivas futuras que se presentan, sería recomendable incorporar oro a la diversificación de nuestras inversiones. Una inversión en oro es un depósito a largo plazo con liquidez inmediata que nos ayudará a preservar nuestro poder adquisitivo en el tiempo”.
Otro de los factores que más han influido en los últimos años en la subida del precio del oro ha sido la demanda por parte de los bancos centrales, que en la última década se han convertido en compradores netos del metal precioso, con el objetivo de reaprovisionar sus reservas. La crisis económica provocada por el Covid-19 ha afectado también a este segmento de la demanda. De hecho, las estimaciones actuales apuntan a que, a cierre de 2020, las compras netas por parte de los bancos centrales van a estar cerca de ser las más bajas de la última década, y estarán claramente por debajo de la media.
Sin embargo, los analistas esperan que la situación se normalice en 2021. Desde el banco de inversión estadounidense Citigroup estiman que la demanda de oro por parte de los bancos centrales subirá hasta las 450 toneladas el año que viene, desde las 375 toneladas estimadas para el año en curso. Por su parte, HSBC Securities apuesta por una cifra ligeramente superior a las 400 toneladas en 2021, desde las 390 estimadas para el cierre de este año, que serían la segunda cifra más baja de la década.
Tomás Epeldegui, director de Degussa Metales preciosos, recuerda, además, que “el oro lleva muchos siglos preservando el poder adquisitivo en el tiempo, siempre ha sido una fuente de riqueza y liquidez. Es un elemento ideal para diversificar nuestro patrimonio. Mejora la rentabilidad del conjunto a la vez que reduce volatilidad, es decir ayuda a maximizar el resultado final”
Si te perdiste la emisión en directo de TIEMPO DE INVERSIÓN, aquí puedes escuchar el podcast completo con Tomás Epeldegui, director de Degussa Metales preciosos.
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