Comenzamos el último cuatrimestre del año. Y la verdad es que el año en renta variable sigue con viento de cola y con la tranquilidad por bandera. Desde el mes de mayo la Bolsa americana, representada en el S&P500 no ha sufrido una corrección superior al 3%. De hecho, la revalorización de este índice es el 20% en lo que llevamos de año. Y las cosas en Europa no difieren mucho, con el EuroStoxx subiendo casi un 19% en el mismo período. China es la Bolsa que ha quedado rezagada, por el impacto de una ralentización en los estímulos monetarios, por la ralentización en el crecimiento de su actividad y por las medidas de carácter regulatorio que han afectado a diferentes sectores como por ejemplo el tecnológico o el de educación. De cara a final de año, los bancos centrales hacen lo imposible porque no haya sobresaltos, pero los riesgos siguen en el horizonte: ralentización en el crecimiento en EEUU, elevadas tasas de inflación aunque podrían haber tocado ya su pico, cuellos de botella y problemas de suministro en ciertos productos y sectores (destacando el tema de semiconductores), elevados precios de materias primas y los tradicionales riesgos geopolíticos, al margen del impacto de posibles nuevas variantes del virus. Ojalá podamos terminar el año en la misma línea de lo visto hasta ahora… aunque no será fácil.
Equipo de Portocolom AV
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