Silvia Dall’Angelo, economista senior del negocio internacional de Federated Hermes
Los mercados financieros están teniendo que hacer frente a varias preocupaciones esta semana, entre ellas una retórica más dura por parte de los principales bancos centrales, la actual represión china del sector inmobiliario y el aumento de los precios de las materias primas energéticas (en particular del gas), que apuntan a una mayor inflación y a un crecimiento más lento en el futuro.
Los principales bancos centrales han señalado que están casi listos para empezar a reducir las medidas de apoyo de emergencia que se proporcionaron en el punto álgido de la crisis de Covid. La Reserva Federal está en camino de empezar a reducir las medidas en noviembre, y, algo más sorprendente, el Gobernador del Banco de Inglaterra sugirió que podría producirse una subida de tipos antes de finales de año (por tanto, antes del final del actual programa de compras) si el panorama de la inflación se deteriora aún más.
En China, la saga de Evergrande sigue siendo el centro de atención, y los responsables políticos se enfrentan al reto de frenar los desequilibrios (incluyendo el aumento de la deuda, los precios burbujeantes y la excesiva asunción de riesgos en el sector inmobiliario), evitando al mismo tiempo el riesgo de contagio y la fuerte repercusión en las perspectivas de crecimiento. El escenario base es que las autoridades chinas gestionarán una caída ordenada de Evergrande, asegurándose de que se preservan los objetivos de estabilidad sistémica y «prosperidad común».
Las limitaciones e interrupciones de suministro global han resultado ser más persistentes y generalizadas de lo que se esperaba inicialmente, lo que constituye una preocupación para las perspectivas de crecimiento e inflación. La manifestación más reciente de los problemas de suministro se ha producido en los precios del gas y, en general, de los productos energéticos. Es posible que la dinámica relacionada con la coyuntura, es decir, el aumento de la demanda tras la fase aguda de la crisis, haya puesto de manifiesto algunos problemas estructurales de suministro en el sector energético, en el que la escasa rentabilidad y los esfuerzos de descarbonización han evitado la inversión en capex durante varios años.
Desde un punto de vista más positivo, el acuerdo de ampliación de la financiación gubernamental en EE.UU. (y la prevención de una crisis del límite de la deuda de EE.UU.), la mejora de los PMI chinos en septiembre y algunas garantías por parte de los principales bancos centrales de que siguen confiando en su narrativa transitoria para la inflación han proporcionado cierto alivio y han sentado las bases para un tono más positivo en los mercados de cara al fin de semana.
Por su parte, James Cook, Jefe de Especialistas de Inversión, Mercados Emergentes Globales, en el negocio internacional de Federated Hermes considera:
Se está avanzando en Evergrande con la venta de activos y los bancos indicando que seguirán prestándole. Pekín no tiene necesidad urgente de intervenir, pero está decidido a continuar con la estricta regulación inmobiliaria y a evitar el riesgo moral.
El PBOC inyectó 750.000 millones de RMB netos de liquidez, instando a las instituciones financieras a ayudar al gobierno local a estabilizar el mercado inmobiliario y a los compradores de viviendas para mantener un mercado inmobiliario saludable. Creemos que los riesgos de contagio a corto plazo se han reducido con estas medidas.
El PMI manufacturero de China bajó a 49,6 en septiembre, cayendo en la zona de contracción por primera vez desde febrero de 2020, en parte debido a la escasez de energía y a los recortes de producción. Esto podría dar lugar a un apoyo más selectivo de la política fiscal y monetaria.
Silvia Dall’Angelo, economista senior del negocio internacional de Federated Hermes y James Cook, Jefe de Especialistas de Inversión, Mercados Emergentes Globales, en el negocio internacional de Federated Hermes
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