En un horizonte de cinco años, la inflación se ha situado en promedio por encima del 2%, lo que se ajusta al marco de objetivos de inflación media flexible de la Fed. Lo que es importante recordar es que esto, por sí solo, no es suficiente para que el banco central suba los tipos. El listón es mucho más alto. La hoja de ruta de la Fed tiene tres vertientes: afirma que el tipo de interés oficial se mantendrá en cero hasta que la inflación haya subido al 2%,) esté en vías de situarse moderadamente por encima de ese nivel durante algún tiempo, y el mercado laboral haya alcanzado el pleno empleo.
En la actualidad, el mercado laboral estadounidense está muy lejos de su nivel prepandémico, y sirve de freno a una retirada más agresiva del estímulo monetario. El banco central aún no ha elaborado una definición de pleno empleo, y no esperamos que la adopte a corto plazo. Más bien, esperamos que la inflación observada ayude a determinar la opinión del banco central sobre lo que constituye el máximo empleo, dentro de lo razonable. En nuestra opinión, es poco probable que la Fed suba los tipos hasta que la tasa de desempleo esté por debajo del 4%, como mínimo, al mismo tiempo que se cumplan los criterios de inflación mencionados anteriormente.
Creemos que el tapering se anunciará cerca de finales de este año y se llevará a cabo a lo largo de 8 a 12 meses. Al final de este periodo, esperamos que la inflación se haya estabilizado -sobre todo en lo que respecta a la inflación subyacente -, ya que el cambio de rumbo de las categorías idiosincrásicas y de reapertura compensa el aumento continuado de la inflación de la vivienda. Una vez que el tapering siga su curso, una inflación baja puede resultar un obstáculo para las subidas de tipos, manteniendo una política monetaria más flexible durante más tiempo.
¿Cómo afecta a los inversores?
En nuestra opinión, los inversores infravaloran la fortaleza del crecimiento económico, que probablemente no se vea descarrilado por el hecho de que los bancos centrales se alejen de las políticas extraordinarias de flexibilización.
Al demostrar paciencia en la retirada de los estímulos a corto plazo, incluso cuando la inflación general sigue siendo elevada, el banco central estadounidense está impulsando un repunte económico. A lo largo del ciclo, esto podría permitir más subidas de tipos que si los funcionarios de la Fed actuaran de forma agresiva y preventiva. Por lo tanto, esta política debería contribuir a aumentar la TIR de los bonos con el tiempo.
Álvaro Cabeza, Country Head de UBS AM Iberia
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