El banco central cree que los riesgos de una mayor inflación superan a los posibles problemas que pueda ocasionar la nueva variante del Covid-19. El Banco de Inglaterra (BoE) ha vuelto a sorprender a los mercados financieros, aunque esta vez subiendo el tipo de interés oficial del 0,1% al 0,25%.
Como resultado, la libra esterlina ha subido un 0,6% frente al dólar estadounidense y un 0,25% frente al euro. El FTSE 100 ha retrocedido en comparación con el momento anterior al anuncio, pero sigue arriba en el día, y el rendimiento del gilt de referencia a 10 años también ha subido (el precio ha bajado).
El Banco de Inglaterra decepcionó a los inversores en noviembre, cuando dudó en subir los tipos. En esta ocasión, el consenso se había alejado de la idea de un endurecimiento de la política monetaria debido a la incertidumbre provocada por la nueva variante Ómicron del Covid-19.
Recientemente destacábamos la solidez del mercado laboral británico y que el fin de los planes de apoyo laborales del gobierno no había causado pérdidas de trabajos. La media de horas trabajadas casi ha recuperado los niveles anteriores a la pandemia. El número de puestos vacantes sigue aumentando y los datos sugieren que los cambios de trabajo han alcanzado un récord.
Todas estas observaciones apuntan a un mercado laboral muy ajustado, que se ha visto exacerbado por las normas de migración posteriores al Brexit.
Mientras tanto, la inflación aumentó hasta el 5,1% en noviembre, en gran parte debido a la subida de los precios de la energía al por mayor, pero también debido a los cuellos de botella en la producción de bienes en general. Incluso las empresas de servicios parecen haberse animado a trasladar el aumento de los costes a sus consumidores.
Según nuestras previsiones, el IPC (índice de precios al consumo) del Reino Unido superará el 6,5% en abril de 2022, con un riesgo claramente al alza. Aunque el RPI (índice de precios al por menor) como medida de la inflación ha perdido protagonismo, continúa siendo seguido de cerca, y podría alcanzar los dos dígitos el próximo año.
Un aumento de la inflación, incluso si está impulsado por factores temporales, podría desencadenar fácilmente una mayor inflación salarial debido a la escasez de mano de obra. Esto haría subir aún más los costes y los precios, y podría iniciar una espiral de inflación salarial.
En última instancia, el Banco de Inglaterra ha decidido que los riesgos disruptivos que puede causar la variante Ómicron son menores que los riesgos de una mayor inflación a medio plazo. Conviene recordar que la subida de tipos es pequeña, de sólo 0,15 puntos porcentuales.
Además, los tipos de interés siguen estando increíblemente bajos teniendo en cuenta las tasas de crecimiento e inflación actuales y previstas para Reino Unido. Esperamos que el Banco de Inglaterra suba de nuevo los tipos de interés en febrero, situándolos en el 0,50%.
Sin embargo, es probable que el Banco haga una pausa, ya que la inflación debería tender a la baja a partir del segundo trimestre. Podría tocar fondo por debajo del 1%, el límite inferior del rango de objetivos de inflación del Banco de Inglaterra.
Azad Zangana, estratega y economista senior para Europa de Schroders
0 comentarios