El BCE ha anunciado este jueves el fin del programa de compra de bonos (PEPP) a partir de marzo de 2022, a la vez que impulsará temporalmente su programa de compras de activos convencional (APP). Por otra parte, el BCE mantiene intactos los tipos de interés al 0%, mientras que el tipo sobre la facilidad de depósito se sitúa en el -0,5% y la facilidad de crédito en el 0,25%.
Desde TIEMPO DE INVERSIÓN compartimos algunos comentarios de gestoras tras la reunión del BCE.
Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO
La reunión de hoy del BCE se ajustó en líneas generales a las expectativas, con el Consejo de Gobierno deseando evitar un efecto de precipitación del PEPP en las compras netas de activos mediante una transición gradual hacia la tasa de ejecución de la QE neta de 20.000 millones mensuales anterior a la pandemia en el cuarto trimestre de 2022.
A diferencia de la mayoría de los demás bancos centrales y de forma similar al Banco de Japón, el BCE ha estado en el límite inferior efectivo de los tipos de interés oficiales y ha realizado compras netas de activos ya mucho antes de la pandemia.
Aunque esperamos una reducción gradual del ritmo de las compras netas de activos a medida que mejore la situación de la pandemia, sigue siendo menos probable que el BCE ponga fin a la relajación cuantitativa y suba los tipos de interés oficiales en un futuro próximo.
Creemos que las posibilidades de que la zona euro se enfrente a un problema de inflación a medio y largo plazo son modestas, sobre todo en comparación con jurisdicciones en las que la política fiscal está tradicionalmente menos limitada a la hora de tener en cuenta el comportamiento del sector privado.
Pietro Baffico, Economista, abrdn
Como se esperaba, el ritmo mensual total de las compras de activos netos disminuirá gradualmente, y el PEPP finalizará según lo previsto en marzo del próximo año. Al mismo tiempo, las reinversiones de los valores que vencen ya adquiridos en el marco del PEPP se han prorrogado hasta al menos el final de 2024, y pueden ajustarse con flexibilidad en función del tiempo, las clases de activos y las jurisdicciones, incluyendo también los bonos griegos. Además, el BCE señaló que las compras netas en el marco del PEPP también podrían reanudarse en caso necesario. Dada esta mayor flexibilidad, consideró suficiente un programa de transición menos generoso de lo esperado para el APP, con una compra neta mensual de 40.000 millones de euros en el segundo trimestre de 2022 y de 30.000 millones de euros en el tercer trimestre. Y, todo ello, revirtiendo también 20.000 millones de euros a partir de octubre, durante el tiempo que sea necesario. Este compromiso es una noticia relativamente más dura para los mercados, pero una decisión que refleja la presión inflacionista y al mismo tiempo mantiene las opciones abiertas para el BCE. De hecho, el BCE reconoció que la presión inflacionista es más persistente, y aumentó su previsión hasta el 2,6% este año, y hasta el 3,2% el próximo, antes de que vuelva a su objetivo del 2% a un plazo más largo. En concreto, no se modificó la secuencia de la política monetaria. Dado que las compras netas terminarán antes de cualquier aumento de los tipos de interés, no esperamos ninguna subida en 2022.
En general, el BCE prefirió permitir una mayor flexibilidad en el futuro en lugar de asumir mayores compromisos. Esto puede parecer una postura relativamente agresiva para los inversores, pero, en general, todavía implica un periodo largo antes de una plena normalización. Esto va en línea con nuestra opinión de que el BCE se mantiene en el lado dovish entre los principales bancos centrales, cambiando sus políticas sólo gradualmente y manteniendo la flexibilidad.
Los economistas de TD Securities creen que «la decisión proporciona a los mercados más claridad de la que muchos esperaban hoy, con la aplicación relativamente clavada hasta 2022. El mensaje es hawkish y de línea dura, puesto que sugiere el fin del APP en algún momento de 2023 y la llegada de las subidas de tipos poco después».
Desde Allianz creen que el ritmo del BCE será muy diferente al de la Fed, el Banco de Inglaterra o el Banco de Canadá. «Para la zona euro esperamos que el ciclo de subidas sea aún más superficial, lo que a su vez sugiere que habrá poco ajuste en términos reales».
Los analistas de ING subrayan la complejidad de los movimientos del banco central: «Con la decisión de hoy, el BCE ha entrado en un proceso de reducción de compras cauteloso y que es menos claro de lo que esperábamos. El BCE ha optado por garantizar el mismo nivel de flexibilidad en APP, lo que incluye permitirle comprar bonos griegos».
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