La pregunta que hemos escogido para esta colaboración con Tiempo de Inversión es recurrente entre nuestros amigos y personas que nos consultan. A continuación, exponemos nuestra visión sobre este tema.
Ciertamente la mayor parte de los gestores de los fondos de inversión no han conocido una época de alta inflación y problemas con el crecimiento de la actividad económica, por tanto, si hay un posible déficit de experiencia de gestión en estas circunstancias. Sin embargo, hoy en día la mayor parte de ellos tienen una formación muy completa, cuentan con importantes equipos de analistas y herramientas de análisis muy potentes. Por tanto, y en teoría, están preparados para afrontar una etapa como la actual, complicada en la gestión de patrimonios y no vista desde hace mucho tiempo. Teniendo presente que la economía es una humanidad y no una ciencia, eso sí ciertamente tecnificada y cada vez más cuantitativa, existen multitud de herramientas para realizar un análisis concienzudo de las épocas en las que se han dado estas circunstancias y cuales pueden ser las medidas a adoptar. Hoy los equipos de gestión cuentan con poderosas herramientas para apoyar su toma de decisiones de los gestores, un hecho diferencial frente a otros momentos pasados.
Otro aspecto a tener en cuenta es la multitud de opciones de inversiones, tanto en activos como en instrumentos y estrategias que posibilitan una gestión desconocida en otros momentos. En épocas pretéritas no había las posibilidades de las que hoy en día disponen los gestores. Hoy cuentan con instrumentos financieros que pueden regular exposiciones a mercados, volatilidades y multitud de riesgos diversos que hace décadas no existían. Los famosos instrumentos derivados, bien gestionados y usados como coberturas, proporcionan fuertes escudos protectores a las carteras.
Existen multitud de posibilidades en cuanto a la estrategia a adoptar por los gestores frente a las condiciones y evolución de mercados. Estas estrategias son ampliamente conocidas por parte de la comunidad financiera y especialmente por los gestores de activos cotizados. Es otra de las bazas con la que cuentan los gestores de activos.
Tenemos por otra parte un abanico de activos o vehículos descorrelacionados con los mercados financieros tradicionales. La descorrelación significa que su comportamiento tiene una evolución inversa de lo que hacen los activos cotizados en mercados oficiales. En este sentido tenemos activos que enumeramos a continuación:
- Renta fija: activos con rendimientos ligados a la inflación y/o de cupón variable. Bonos ligados a la inflación. Multitud de instrumentos financieros, derivados, que permiten múltiples estrategias.
- Renta variable: activos o sectores que, ante una elevación de la inflación, tipos de interés y evolución de la actividad pueden comportarse de forma positiva. Véase como ejemplo las petroleras que están viendo como se eleva el precio del crudo o los bancos y la más que posible elevación de los tipos de interés.
- Activos o vehículos de inversión ligados a la inflación. En estos momentos vehículos como REITs –Socimis-, Real State Private Equity, ETCs permiten una gran diversificación del patrimonio donde el comportamiento de estos va a estar, probablemente, muy correlacionado con el proceso inflacionista que afrontamos.
- Activos financieros no cotizados, genéricamente de private equity, aun cuando no es exacto este nombre dado que existen múltiples opciones en cuanto a la gestión de activos no cotizados. Este tipo de inversión, siempre analizadas sus características y conveniencia para el perfil de la persona, puede ser conveniente para algunos patrimonios y determinados por perfiles de riesgo.
- Activos no tradicionales: el mundo de criptoactivos va a pasar por un examen exhaustivo, habrá que ver su comportamiento en este contexto. Aquí no tenemos historia para tener una opinión basada en este nuevo tipo de activos. Será su gran prueba de fuego.
Por tanto y como se puede apreciar existe un punto de partida con unas posibilidades mucho más amplias que no se tenía anteriormente.
Es evidente que en estos momentos la figura del gestor, su historial, su pericia y formación es muy importante de cara a la selección un vehículo de inversión. En contextos como el que estamos abordando, la figura del gestor es básica. En este sentido es fundamental hacer un análisis del tipo de gestión que realiza, para ello es bueno abordar el análisis de una serie de ratios de los productos de inversión que haya gestionado. En este sentido nos parecen básicos, no exclusivos analizar las siguientes ratios:
- Alfa: rentabilidad adicional proporcionada por el gestor y no aportado por el mercado, la beta de la cartera.
- Tracking error: diferencia de rentabilidad entre una determinada cartera o fondo y su índice de referencia o benchmark. Muestra la volatilidad de la diferencia de rentabilidad. Es también una medida de la probabilidad de que una cartera se separe de la referencia.
- Active share: es la diferencia entre la cartera que compone el fondo de inversión respecto a la que forma el índice. Dependiendo del valor del active share tendremos una estimación de en qué medida el fondo de inversión es activo o más bien es un fondo muy similar al índice
- Coeficiente de correlación entre la cartera y el índice de referencia: relación lineal que existe entre la cartera y su índice de referencia o benchmark. En la gestión de carteras cuando dos mercados están muy correlacionados de forma positiva, su comportamiento tiende a ser similar ante los mismos estímulos.
- Ratio de información: relación que existe entre el diferencial de rentabilidad de una cartera sobre su benchmark y el riesgo que se asume en la gestión al separarse en mayor o menor medida del índice de referencia, también conocido como tracking error, al cual nos hemos referido anteriormente
En conclusión, es cierto que los gestores hoy no tienen la experiencia en este tipo de ciclo económico, sin embargo, el inversor si encuentra posibilidades para diversificar su patrimonio, así como para poder realizar un análisis que analice la eficiencia y pericia del gestor.
Miguel A. Bernal Alonso & David Sanz Bujanda
Bernal & Sanz Bujanda. Despacho Patrimonial Privado
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