Hoy tendremos fiesta de tipos de interés en el Banco Central Europeo (BCE) que veremos si trae resaca o relax a los mercados financieros. La subida que esperamos del tipo de interés de referencia que determina la autoridad monetaria europea es de 75 pb (puntos básicos o 0,75%), lo que situaría éste en el 1,25% tras la subida de 50 pb de final de julio pasado. Esta medida es la tarifa que los bancos deben abonar al obtener dinero del BCE en préstamo y se asocia a la evolución del Euribor quien, por su parte, ha adelantado en su cotización el movimiento descrito ya que a final de julio rondaba el 1% y ahora se acerca al 2% y continuará al alza.
Tomar tal decisión supone para el BCE afrontar el movimiento de tipos de mayor magnitud desde su creación y creemos que la hará ya dado que el dato de inflación de agosto en la zona Euro, 9,1% en tasa interanual, obliga a la máxima contundencia en las decisiones ligadas a la lucha contra la inflación, objetivo éste del control de precios que es el primero que tiene marcado nuestra autoridad monetaria. El daño que la subida del coste de la vida está provocando a los ciudadanos europeos así como la preocupación de los Gobiernos y de la Comisión Europea por mostrar una gestión eficiente en esta materia, hacen que todo indique que la decisión del BCE se encaminará hacia la parte alta del rango que ya ha avanzado la propia Lagarde, Presidenta de la institución, y que se mueve entre 50 y 75pb.
El daño que la subida del coste de la vida está provocando a los ciudadanos europeos así como la preocupación de los Gobiernos y de la Comisión Europea por mostrar una gestión eficiente en esta materia, hacen que todo indique que la decisión del BCE se encaminará hacia la parte alta del rango que ya ha avanzado la propia Lagarde, Presidenta de la institución, y que se mueve entre 50 y 75pb.
No obstante, esta medida no estará exenta de debate en el seno del BCE. Desde la primavera de 2016 el principal tipo de interés de nuestra autoridad monetaria se ha situado en el 0%. Ello ha permitido impulsar la economía europea en un proceso de superación de la gran crisis financiera e inmobilaria que comenzó en 2008 con el seísmo que provocó la bancarrota de Lehman Brothers, entonces cuarto banco de inversión de Estados Unidos. En estos momentos, en plena superación de los efectos de la pandemia del Covid y con la crisis energética provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, puede parecer poco conveniente o incluso insensato para la buena marcha de la economía que los tipos de interés se disparen al alza. Un mayor coste en la financiación de empresas privadas y de Administraciones Públicas se aventura peligroso para la estabilidad que deseamos todos los ciudadanos europeos.
¿Frenar una inflación disparada o meter aceleradamente a nuestra economía en recesión? Como dicen los anglo, that is the conundrum.
Guillermo Santos, socio de iCapital
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