Se trata de un alza histórica que sitúa los tipos referenciales en el 1,25%, después de la anterior subida del 0,5% aprobada en el mes de julio. De este modo, el precio del dinero se encuentra en su nivel más alto en la última década.
«Este importante paso anticipa la transición desde el nivel muy acomodaticio de los tipos de interés oficiales vigente hacia niveles que asegurarán el retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2 % a medio plazo del BCE», ha asegurado el organismo en una nota de prensa.
El objetivo de esta medida es reducir el consumo para que los precios también bajen, ya que los créditos se encarecen para los usuarios.
En su nota de prensa, el Banco Central Europeo también ha asegurado que este incremento no será el último que se vaya a tomar a lo largo de los próximos meses.
«El Consejo de Gobierno espera volver a subir los tipos de interés, porque la inflación sigue siendo excesivamente elevada y es probable que se mantenga por encima del objetivo durante un período prolongado«, adelanta el BCE.
El organismo dirigido por Christine Lagarde achaca la subida de la inflación a «los precios de la energía y de los alimentos, las presiones de demanda en algunos sectores debido a la reapertura de la economía, y los cuellos de botella en la oferta».
«A medida que los actuales determinantes de la inflación vayan desapareciendo con el tiempo y que la normalización de la política monetaria se transmita a la economía y a la fijación de precios, la inflación descenderá», asegura el BCE. Este será el momento en el que los tipos podrían volver a bajar.
Es la primera vez que el tipo de depósito de la zona del euro se sitúa por encima de cero en una década, y hace dos décadas que la región no experimentaba una subida tan elevada.
Pata Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, esta aceleración «refleja la urgencia de combatir una inflación que pronto alcanzará los dos dígitos, el retraso del BCE frente a casi todos los demás bancos centrales y la necesidad de crear un «colchón» para futuros recortes de tipos mientras la economía siga fuera de la recesión».
A su juicio, «el BCE se encuentra entre la espada y la pared, con una inflación elevada impulsada por la energía y una recesión que probablemente se producirá a finales de año. El banco lo reflejó en sus previsiones económicas, significativamente revisadas, elevando la inflación de 2023 al 5,5% y recortando el crecimiento del PIB al 0,9%. El euro, que se ha desplomado, se ha visto beneficiado por la mayor agresividad del BCE, y ha recuperado por ahora la paridad con el dólar».
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