En comparación con el año anterior, se está produciendo un drástico giro en la política monetaria de casi todos los países. El Banco Central Europeo, la Reserva Federal, el Banco Nacional Suizo y el Banco de Inglaterra han aumentado considerablemente sus tipos de interés y el mercado espera nuevas subidas.
El gráfico a continuación muestra la suma de todas las variaciones de los tipos de interés de los cuatro bancos centrales mencionados durante un periodo de seis meses hasta finales de este año (la línea naranja se basa en las expectativas del mercado). Un ritmo tan elevado de subidas de tipos de interés no se había producido en las últimas tres décadas. Sin embargo, en términos de magnitud, puede compararse -en sentido contrario- con los recortes de emergencia de los tipos de interés durante la crisis financiera de 2008/09.
Tras una década de mucha actividad de los bancos centrales, pero de pocos y lentos ajustes en los tipos de interés, el ritmo actual de cambio, desde un régimen de política monetaria expansiva a otro restrictivo, se está haciendo evidente.
Esto plantea la cuestión de cuánto durará la fase de subidas de tipos. Es evidente que hay opiniones distintas al respecto. Los propios bancos centrales asumen que el alcance de las medidas y el ritmo elegido son correctos y que, como resultado, la inflación se controlará sin ahogar el crecimiento.
Sin embargo, también hay otros que opinan que la Fed, debería frenar pronto su ritmo de endurecimiento de políticas monetarias. Ya sea porque el crecimiento se frene demasiado o porque surja de repente un problema de liquidez en el mercado.
Esto es exactamente lo que ocurrió en la última semana de septiembre en el mercado de bonos del Tesoro británico (Gilts).
Estos son importantes como garantía en los mercados interbancarios y de derivados. Debido a las bruscas oscilaciones del mercado, hubo que vender Gilts para cubrir pérdidas en otros activos. Como resultado, los tipos de interés de Reino Unido subieron drásticamente y el BoE tuvo que intervenir. La Fed se enfrentó a un incidente similar hace tres años, cuando tuvo que intervenir para mantener la liquidez del mercado tras el último ciclo de subida de tipos.
Por último, un tercer grupo de inversores, en cambio, cree que los bancos centrales subirán los tipos por encima de los niveles previstos para no repetir el error de los años 70, cuando las subidas de tipos se detuvieron demasiado pronto.
El endurecimiento acelerado de la política monetaria se reflejará en el crecimiento económico y en los precios de los activos con cierto retraso. Dado el alcance de las medidas, cabe suponer que los bancos centrales tendrán que medir cada vez más sus actuaciones.
En este contexto, el posicionarse en renta fija es difícil y es importante poder reaccionar con flexibilidad a los cambios de la política monetaria.
Thomas Bollinger, estratega de inversión senior en J. Safra Sarasin Sustainable AM
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