- La sorpresa por el tono hawkish de la Fed (dos subidas de tipos en 2023) sacudió los mercados:
- Los rendimientos estadounidenses a corto plazo subieron, el aumento de los de largo plazo resultó temporal. Los tipos reales subieron, los swaps de inflación se redujeron en consonancia con el compromiso antiinflacionista de la Fed. Los tipos de la zona euro también subieron.
- Los diferenciales de crédito se mantuvieron muy ajustados, gracias a los buenos indicadores económicos y a la menor emisión neta prevista (por el apoyo del BCE).
- Las bolsas de las economías avanzadas se vieron afectadas por la caída del S&P 500. Las acciones de los mercados emergentes también se vieron perjudicadas por la subida del dólar.
La Fed, al indicar que podrían ser apropiadas dos subidas de tipos en 2023, sin cambiar las perspectivas a medio plazo, mostró mucha menos tolerancia a la inflación de lo que se esperaba; al menos parte del repunte de este año contará para la inflación media que la Fed tiene como objetivo, y la tasa subyacente del 2,1% proyectada para 2022 y 2023 ya califica para el leve rebasamiento que busca el banco central.
Al final, la Fed hizo una precisión crucial de su nueva estrategia, sin asumir un compromiso demasiado fuerte: la primera subida de tipos se espera para dentro de dos años, un tiempo muy largo. El giro de la Fed se basa también en una mayor confianza en una recuperación fuerte y, sobre todo, rica en empleo en los próximos dos años. La incertidumbre sobre la inflación se mantiene, pero con una mayor seguridad de que la Fed no dejará que la inflación se descontrole, la atención volverá a centrarse en el lado real de la economía. ¿Será la actividad privada lo suficientemente fuerte como para reemplazar el estímulo fiscal, que se reducirá rápidamente en la segunda mitad del año? ¿Será factible el objetivo de volver al 3,5% de desempleo y reducir las diferencias de oportunidades laborales que sufren las minorías?
Nuestro escenario de crecimiento sostenido permitirá a la Reserva Federal subir los tipos a mediados de 2023, pero los inversores deben permanecer alerta porque los riesgos a la baja para el crecimiento no han desaparecido.
Paolo Zanghieri, Economista senior de Generali Insurance AM
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