El crecimiento repunta, la Fed se vuelve más agresiva con la inflación
El crecimiento alcanzará su punto álgido durante el verano y se moderará por el desvanecimiento del estímulo fiscal.
La reapertura de la economía está proporcionando el impulso ampliamente esperado a la economía estadounidense. Tras un aumento del 6,4% anual en el primer trimestre, las estimaciones actuales apuntan a una expansión incluso del 10% en primavera. El crecimiento alcanzará su punto álgido durante el verano y se moderará por el desvanecimiento del estímulo fiscal. Seguimos proyectando un crecimiento del 7,5% para 2021 por encima del consenso, gracias también a un consumo saludable y al fortalecimiento de las inversiones. El marcado contraste entre el crecimiento del empleo, inferior a las expectativas, y las ofertas de empleo, que han alcanzado un nivel récord, apuntan a la presencia de cuellos de botella en la oferta de trabajo, como las restricciones residuales relacionadas con el COVID, los problemas de conciliación familiar provocadas por el cierre de las escuelas y los desincentivos de las prestaciones por desempleo. Estos factores deberían desaparecer en los próximos meses, lo que llevaría a un crecimiento más rápido del empleo.
Seguimos proyectando un crecimiento del 7,5% para 2021 por encima del consenso, gracias también a un consumo saludable y al fortalecimiento de las inversiones.
Nuestro propio escenario macro es consistente con una primera subida de tipos a mediados de 2023. A más corto plazo, la Fed intensificará el debate sobre el tapering: esperamos un anuncio en la reunión de septiembre, seguido de una aplicación a principios de 2022.
En este contexto, la Reserva Federal sorprendió con un giro de tuerca en su reunión de junio, adelantando las subidas de tipos previstas ya a 2023 en sus «puntos», a pesar de que sólo se espera una leve (0,1 puntos porcentuales) superación de su medida preferida del 2% del PCE básico para entonces. Esta medida indica que el nuevo marco de política monetaria es obviamente menos reflacionista de lo que se ha percibido hasta ahora y parece destinado a evitar cualquier desanclaje de las expectativas de reflación. Nuestro propio escenario macro es consistente con una primera subida de tipos a mediados de 2023. A más corto plazo, la Fed intensificará el debate sobre el tapering: esperamos un anuncio en la reunión de septiembre, seguido de una aplicación a principios de 2022. Los mercados esperan que las compras de bonos terminen en el cuarto trimestre de 2022, pero la Fed ha declarado en repetidas ocasiones que no hay un calendario preestablecido y que la normalización monetaria dependerá de los resultados del empleo y los precios.
Thomas Hempell, jefe de análisis macro y de Mercado, Martin Wolburg, economista senior y Paolo Zanghieri economista senior, Generali Insurance AM
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