Despedimos este 2021 con una de las peores noticias económicas, la subida del IPC hasta el 6,7%, dato provisional publicado ayer por el INE. Es provisional y por tanto habrá que corroborar con el definitivo, aproximadamente dentro de tres semanas. Con su publicación se podrá hacer un análisis pormenorizado de los diferentes epígrafes de la cesta de la compra.
Con la cautela que hay que tener, nos gustaría hacer algunas reflexiones esperamos sean de su interés.
- Un dato como éste no se registraba desde 1992. Desde 1992 los tres pico de inflación se producen, efectivamente, en marzo de 1992 siendo el presidente Felipe González -6,9%-; el siguiente se produce en julio de 2008 en este momento el presidente era Rodríguez Zapatero -5,3%-; el actual del referido 6,7% el presidente es Pedro Sánchez.
- Las causas de tan importante subida en este año, conforme a los datos del INE son la electricidad y la cesta de la compra. Precisamente ambas partidas, electricidad y cesta de la compra, son tremendamente importantes para los segmentos de población menos favorecidos de la sociedad –agudizado por la pandemia- entre otros: rentas bajas o medias-bajas, parados, jubilados, jóvenes con empleos precarios.
- La ligazón que existe de algunos precios de bienes y servicios, ejemplo los alquilares, a la evolución del IPC generará más inflación. Es de sobra conocida que la mayor parte de los economistas insistimos de forma machacona en no indexar los precios a la evolución del IPC.
- La subida de precios es previsible que en un futuro se traslade a productos básicos como alimentación, vestuario, alquileres y otros productos básicos. La razón de esta previsión está en la repercusión de los costes energéticos, aumento de los costes de transporte y distribución, así como una cierta escasez de alguno de los productos o componentes para su producción.
- La inflación subyacente, indicador adelantado de la evolución del IPC general, es considerado indicador adelantado. Esta variable, la inflación subyacente que no tiene en cuenta la energía y la cesta de la compra, se sitúa en el 2,1%, en un claro ascenso desde el inicio de año que se situaba en una tasa de evolución nula. ¿Será por tanto coyuntural la subida de precios generales? La respuesta no está clara, sin embargo comienza a preocupar y mucho que estás subidas no sean puntuales sino que se produzcan en un periodo de tiempo más dilatado.
- No solo la inflación subyacente avala un periodo largo de ver escalar los precios, los futuros sobre la electricidad registran precios muy altos al menos hasta la próxima primavera. Un inverno frio, tensiones geopolíticas, así como otras posibles complicaciones en la cadena de suministros o tensiones geopolíticos podrían presionar al alza los precios.
Por último en esta rápida y breve análisis de los precios nos gustaría referirnos a la evolución de algunas partidas del IPC de noviembre donde tenemos ya datos concluyentes y no provisionales. De este análisis hay que destacar las siguientes subidas, insistimos datos confirmado por el INE en noviembre:
- Gastos en vivienda aumento del 15,7%, registrando la electricidad un aumento del 47,6%
- Transporte 11,9% de incremento
- Alimentación sin bebidas alcohólicas 3,6%. Destacan algunos componentes como:
- Aceite: 25,5%
- Pasta 10,3%
- Pollo, leche y huevos: 4,0%
Surge nuevamente otra pregunta ¿qué peso tienen los anteriores artículos en la cesta de la compra de los ciudadanos y familias más modestas?
Es difícil debatir en contra de los datos, más cuando están estandarizados y homologados por Eurostat –agencia europea estadística-. Desde algunas instituciones de referencia, caso del Banco de España, comienza a admitirse que las presiones en los precios de bienes y servicios pueden no ser tan de corto plazo como se preveía sino que se alarguen durante el próximo año.
Como saben entre los economistas siempre aludimos a la inflación como el impuesto de los pobres. Esta afirmación nos lleva a plantearnos una cuestión sobre el ahorro de los hogares españoles. Conforme a los datos que ayer nos ofrecía el INE el ahorro de los hogares en el tercer trimestre alcanzó un 3,7% de su renta disponible. Las familias españolas ahorraron entre julio y septiembre un total de 6.547 millones de euros. Este ahorro, parte del cual se destina a depósitos bancarios, lleva a nuestro familias a mantener más de un billón de euros en estos pasivos, conforme las estadísticas del Banco de España.
¿Con una inflación altísima como es posible que los depósitos bancarios, remunerados por debajo del 1,0% y lastrados por la fiscalidad, alcancen esta cifra record con la pérdida de poder adquisitivo que supone?
Miguel A. Bernal Alonso & David Sanz Bujanda.
Bernal & Sanz Bujanda. Despacho Patrimonial Privado
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