El dólar se aleja de sus niveles más altos en 20 años, pero se situaba a las puertas de su mayor avance mensual en una década, impulsado por las apuestas sobre la subida de las tasas de interés en Estados Unidos y la preocupación por el crecimiento en Europa y China.
Ha subido todas las semanas de abril y la de esta semana ha sido gracias al Banco de Japón, que el jueves hizo caer el yen por encima de los 130 por dólar por primera vez desde 2002, cuando reforzó su compromiso con su política de rendimientos superbajos.
El índice del dólar, que alcanzó un máximo de dos décadas de 103,93 tras la caída del yen, se situaba en 103,40 y subía más de un 5,1% en el conjunto del mes de abril. De mantenerse en los niveles actuales, sería su mejor ganancia mensual desde mayo de 2012.
Esta misma semana, desde la firma financiera Ebury explican que la generalizada aversión al riesgo y la divergencia entre las políticas monetarias de la Fed y el BCE hace caer el par EUR/USD a mínimos no vistos desde 2017.
Análisis de Ebury.- (tiempodeinversion.com). La venta generalizada de los activos de riesgo ha llevado al euro hasta los 1,06 dólares, mínimos que no se veían desde 2017. Además de por la generalizada aversión al riesgo, el par EUR/USD sufre una presión adicional: la divergencia entre las políticas monetarias de la Fed y el BCE. El reciente cambio de orientación política del BCE no ha logrado impulsar el euro frente al dólar, ya que el BCE es relativamente menos agresivo, y se espera que la política monetaria del BCE se endurezca a un ritmo inferior al de la Fed. Otro de los factores que juega en contra del euro es el mayor riesgo de estanflación en la eurozona frente a EE.UU. como resultado de la guerra en Ucrania.
La disparidad de escenarios que se abren ante la Fed y el BCE justifica en buena medida estas expectativas.
De momento, el 56 por ciento de los inversores encuestados cree que el dólar volverá a ganar terreno en el trimestre actual y solo el 29 por ciento espera una caída.
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