La Reserva Federal de Estados Unidos sube los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta llevarlos a un tramo comprendido entre el 5% y el 5,25%. Se trata de la décima subida consecutiva que realiza el banco central estadounidense desde que empezó el ciclo de subidas de tipos.
Este ha sido el décimo aumento consecutivo de los tipos de interés por parte de la institución presidida por Jerome Powell, que no ceja en su empeño por devolver la inflación al 2% a pesar de las turbulencias del sector bancario estadounidense y las perspectivas de que la primera economía del mundo sufra una recesión en los próximos meses.
El tono del banco central estadounidense ha cambiado tras esta reunión y la Fed ha insertado un texto con más matices, que recuerda al lenguaje usado cuando detuvo las subidas de tasas en 2006, y que dice que sus miembros seguirán «de cerca la información entrante y evaluará las implicaciones para la política monetaria».
Asimismo, «al determinar hasta qué punto puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política para devolver la inflación al 2%», el banco central estadounidense tendrá «en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y los factores económicos y financieros».
El nuevo tono no garantiza que la Reserva Federal mantenga las tasas estables en su próxima reunión de junio, y el comunicado señala que «la inflación sigue siendo alta» y el empleo sigue «creciendo a un ritmo robusto».
La nueva decisión de la Fed se produce en un contexto de inestabilidad financiera. Este mismo lunes se rescató a First Republic Bank con la adquisición por parte de JP Morgan. Es el tercer banco regional en caer en dos meses. Se une a Silicon Valley Bank y Signature Bank. Los mercados siguen mostrándose nerviosos respecto a la solvencia de otras pequeñas y medianas entidades del país. Los nuevos nombres propios que acaparan dudas son: PacWest y Western Alliance. No parece que la crisis financiera esté zanjada.
Por otro lado, se mantienen sin cambios los planes de reducción del balance de la Fed, reinvirtiendo los principales de la deuda que venzan, a excepción de 95.000 millones de dólares (85.817 millones de euros) cada mes, entre bonos del Tesoro y títulos hipotecarios.
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