A la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank le ha seguido, una semana después, la noticia de que UBS se hace cargo del herido Credit Suisse. Ambos anuncios provocaron turbulencias en las cotizaciones bursátiles del sector bancario. Sin embargo, los dos bancos tuvieron dificultades por motivos muy diferentes.
Los problemas de Silicon Valley Bank se debieron a una base de clientes dominada por start-ups tecnológicas, cuyos depósitos el banco invertía en bonos del Tesoro de EE.UU. y valores similares. A medida que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subía los tipos de interés, el valor de estos títulos caía. Al mismo tiempo, el aumento de los tipos de interés también provocó que la financiación de las start-ups empezara a agotarse, y estas empresas empezaron a retirar sus depósitos del SVB.
El precio de las acciones de Credit Suisse ha estado bajando durante los dos últimos años. Esto se ha debido en gran medida al impacto de los fallos en la gestión de riesgos, como la exposición del banco a Archegos Capital Management, que quebró en 2021. Credit Suisse anunció un nuevo plan de reestructuración en octubre de 2022, pero el mercado no lo consideró suficientemente agresivo. Esto, unido a la presión sobre el precio de las acciones en torno a una ampliación de capital de 4.000 millones de francos suizos, provocó una importante salida de depósitos del banco.
¿Qué se anunció en Suiza durante el fin de semana?
Justin Bisseker, analista de bancos europeos: «Credit Suisse será absorbido por UBS y los accionistas de Credit Suisse recibirán 3.000 millones de francos suizos en acciones de UBS. Los reguladores convencieron a UBS de que hiciera el trato para preservar la estabilidad financiera. La alternativa habría sido un desorden con una caída aún mayor del precio de las acciones de Credit Suisse e implicaciones negativas para la percepción global de la estabilidad de la banca suiza».
¿Qué significa esto para las acciones de los bancos europeos?
Justin Bisseker: «La banca es realmente un juego de confianza. No hay banco en el mundo que pueda sobrevivir si todos y cada uno de los depositantes aparecen y sacan su dinero. Ahí es donde una buena regulación y la prudencia son cruciales. Es políticamente inaceptable que los depositantes pierdan dinero. Por eso hay que asegurarse de que el sistema funcione, que los depositantes no pierdan dinero y que el gobierno no tenga que intervenir. Para el sector paneuropeo en general, este acuerdo debería eliminar el riesgo de una implosión desordenada de Credit Suisse. Esto es muy positivo para los bancos. Credit Suisse era un caso aislado en la banca europea. No hay ninguna repercusión en otros bancos».
Jonathan Harris, director de Inversión de Crédito Global, ha declarado: «La situación a la que se enfrenta el sector bancario es muy diferente y mucho menos grave que la de la crisis financiera de 2008. Las empresas bancarias son mucho más conservadoras, el capital es varias veces superior al de 2008, la liquidez está estrechamente regulada y los bancos centrales se encuentran en una situación mucho mejor para responder, dada su experiencia desde 2008. No obstante, la confianza se ha visto claramente sacudida, por lo que sigue siendo importante que todas las autoridades pertinentes aborden las debilidades percibidas en el sistema bancario para restablecer esa confianza.»
¿Qué ha pasado con los bonos AT1 de Credit Suisse?
Una parte llamativa del acuerdo de rescate de Credit Suisse es que, mientras que los accionistas reciben 3.000 millones de francos suizos en acciones de UBS, el valor de 16.000 millones de francos suizos de bonos de nivel 1 adicional (AT1) se reduce a cero.
Los bonos AT1 son un tipo de deuda bancaria diseñada para asumir pérdidas durante una crisis como la actual. Sin embargo, se esperaba que los accionistas sufrieran pérdidas antes que los tenedores de bonos AT1.
Según Justin Bisseker: «Esta decisión causará cierta dislocación en el mercado de AT1, especialmente para los nombres más arriesgados del sector. Se trata de una decisión de la FINMA (Autoridad Suiza de Supervisión de los Mercados Financieros) que no forma parte de la oferta de UBS. Refleja la presión a la que estaba sometido el negocio de Credit Suisse».
Crece la tensión: La crisis de SVB podría llevar a una recesión en EE.UU
Jonathan Harris dijo: «En efecto, la normativa suiza se había modificado para que fuera posible imponer una pérdida total a los titulares de la deuda AT1 de Credit Suisse con el fin de cerrar la operación, a pesar de que la deuda AT1 tenía prioridad sobre los fondos propios en la estructura de capital. La Autoridad Bancaria Europea y el Banco de Inglaterra han emitido declaraciones separadas, distanciando a los bancos de la UE y del Reino Unido, respectivamente, de esta decisión. Estas declaraciones son importantes, ya que confirman que los AT1 de la Unión Europea y el Reino Unido sólo pueden ser rescatados después de que los fondos propios se hayan reducido a cero».
¿Podrían verse afectados los bancos de los mercados emergentes?
David Rees, economista senior de mercados emergentes, dijo: «La amenaza directa para los bancos de los mercados emergentes (ME) derivada de los recientes acontecimientos en EE.UU. y Suiza parece limitada. Visto desde una perspectiva macroeconómica, pocos mercados emergentes muestran signos de crecimiento excesivo del crédito, que suele ser un precursor de crisis anteriores, mientras que indicadores clave como la relación entre préstamos y depósitos no parecen especialmente tensas. Quizás el mayor riesgo sea que los problemas de los bancos de los mercados desarrollados se conviertan en una crisis financiera más profunda que perjudique los flujos de capital globales. En este escenario negativo, los tipos de interés de los mercados emergentes se mantendrían altos durante más tiempo, lo que lastraría el crecimiento y aumentaría los impagos».
¿Cuáles son las implicaciones económicas más amplias?
En palabras de Azad Zangana, economista y estratega senior para Europa: «La gente está atenta al riesgo de contagio. Pero si nos fijamos en las tensiones de la economía real, no hay tantas; no tenemos muchos impagos de préstamos en este momento. Aunque los nuevos préstamos han caído y el mercado inmobiliario se ha enfriado, los mercados laborales están resistiendo mucho mejor de lo esperado».
:Equipo Schroders
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