1. ¿Se han terminado las subidas de tipos de interés? ¿Y si la inflación sigue alta?
Se espera una cierta estabilidad en los tipos de interés durante la última parte del año, con alguna subida adicional por parte de aquellos bancos centrales que comenzaron más tarde el proceso de endurecimiento monetario, como es el caso del BCE, que los ha llevado de momento al 4,5%. La mayoría del mercado descuenta que los tipos de interés en EEUU (en el 5,25%-5,5%) no bajarán hasta mínimo junio de 2024.
Por otro lado, es previsible que la tendencia de los precios continúe mostrando signos de moderación, aunque a un ritmo menor del deseable, y evitando efectos de segunda ronda que provoquen un aumento de las expectativas de inflación. Reconocen, no obstante, que lo que más preocupa en el corto plazo es el rally de casi el 30% del precio del petróleo en los últimos tres meses. «Si el petróleo sigue subiendo y la inflación se mantiene persistente, la economía se enfriará una mayor velocidad».
2. ¿Nos encaminamos en Europa a un estado de estanflación?
Es bastante factible esperar un escenario de estanflación global. «Muchas personas creen en un aterrizaje suave porque, a pesar de un rápido y agudo aumento en las tasas de interés, la economía aún no ha colapsado. Pero la historia nos dice que lleva un tiempo para que los impactos de una política monetaria más restrictiva se filtren en la economía. La Gran Recesión no comenzó hasta casi dos años después de la última subida de tipos de la Fed en junio de 2006″.
3. ¿Bonos o acciones?
El diferencial de rentabilidad entre ambos activos está en mínimos desde 2000-2001. «Dentro de todo el espectro de activos en los que podemos invertir, no compensa en algunos de los casos invertir en renta variable asumiendo un riesgo tan alto teniendo las rentabilidades tan apetecibles que nos ofrecen ya algunos bonos a día de hoy», sostienen.
4. China: ¿riesgo o oportunidad?
La recuperación de China tras la apertura podría ser menos intensa y más desigual que lo previsto, y el crecimiento medio esperado para su economía en la próxima década es más cercano al 3% que al 6%. Además de la lenta reactivación del consumo y la confianza, el país tiene dos problemas estructurales, que pueden afectar a medio plazo: el apalancamiento y la demografía. No ayudan otros factores, como la crisis del sector inmobiliario (con la debacle de Evergrande y Country Garden en el centro de la preocupación) y la tensión política con EEUU, ya que el país norteamericano supone casi el 20% de las exportaciones.
El panorama no es, dese el punto de vista de Activotrade, «nada motivador para buscar oportunidades de inversión, asumiendo un riesgo demasiado alto en comparación con otros países desarrollados».
5. ¿Y si se nos va el petróleo a 100 dólares?
Teniendo en cuenta la oferta a la baja (por los recortes de producción de Arabia Saudí y Rusia así como los niveles mínimos de inventarios globales en EEUU) y demanda estable o ligeramente al alza, los precios del crudo tienen visos de permanecer entre 90 y 100 dólares por barril durante el último trimestre de 2023. De ahí que en Activotrade defiendan que esto puede generar buenas oportunidades en el segmento energético o mediante la inversión en acciones de compañías petroleras.
6. Nvidia, ARM e Inteligencia artificial: ¿verdad o burbuja?
Según los analistas de Activotrade, hay que ser conscientes de que la valoración del mercado estadounidense, en términos de PER, se ha elevado desde mínimos de 2022 en ningún caso respaldado por crecimiento en los beneficios por acción de las compañías, así como de la exuberancia de las empresas de inteligencia artificial o tecnología en los EEUU. «Es peligroso meramente por el hecho de que el precio de los activos ha subido sin que los beneficios hayan acompañado en la misma proporción», dicen.
7. ¿Cómo se encuentra el consumidor: sigue habiendo dinero para iPhones?
En Activotrade apuntan tres señales preocupantes en algunas partes de la economía de EEUU, que estarían, a priori, empinando la cuesta para los consumidores. Una es la reanudación del pago de la deuda estudiantil en octubre, después de tres años de parón por la pandemia. La segunda son las dificultades que se están detectando para repagar la deuda en vivienda, automóviles y tarjetas de crédito. Finalmente, el ahorro generado por las familias en 2020 y 2021 por los confinamientos y la menor actividad debido al Covid-19 está casi agotado.
A la vista de este escenario, los analistas de Activitrade creen que el mercado globalmente tiene todavía razones para seguir subiendo. «El crecimiento económico sigue relativamente moderado o estable en las mayores economías del mundo, con unos efectos de mayores costes de financiación que todavía no hacen resentir o no se trasladan a la economía real por el momento y en su mayor parte», argumentan. Además, varios indicadores técnicos empezaron a avisar a partir de la última semana de septiembre de una posible parada en las caídas, dada la excesiva sobreventa durante los últimos dos meses y el «excesivo miedo» que cotizan los mercados (el indicador Miedo-Avaricia se encuentra cerca de los mínimos de los últimos 6 meses).
Juega a favor también el comportamiento estacional: el cuarto trimestre suele ser el mejor del año para los mercados de renta variable.
Señalan 31 compañías europeas y de EEUU para tener en el radar en los próximos meses, con predominio de sesgo defensivo.
-Una decena se encuadra en el sector de consumo básico o anticíclico: Diageo, Heineken, Altria, Imperial Brands, Pernord Ricard, McDonald’s, Dominos Pizza, Kellogs, Nestlé, General Mills y J&J.
-En el sector de salud y farmacéutico pueden llamar la atención, según Activotrade, Novo Nordisk, Abbott Labs, Moderna y Bristol Myers.
-Entre las utilities figura uno de los tres valores españoles que incluye el listado, Iberdrola, y la alemana RWE.
Pie de foto: Juan José del Valle, responsable de análisis en Activotrade AV
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