Miguel Momobela, Senior Account Manager en XTB
¿Qué posibles escenarios ve hasta final de año?
Dado el escenario actual en que nos encontramos, la renta variable parece continuar aventajada con respecto a la renta fija. A lo largo del año, hemos observado cómo algunos de los sectores cíclicos (ligados estrechamente a la evolución económica) han repuntado en determinadas épocas del año: es el caso del sector turístico y de ocio durante el trimestre estival (IAG, Meliá, NH), de la banca (especialmente en el caso de Banco Sabadell, pero también en valores como BBVA, Caixabank o Bankinter) o el área de industria (Arcelormittal o Acerinox se perfilan en este caso como las mejor posicionadas, con los niveles de crecimiento más interesantes dentro de su sector desde enero de 2021). La pérdida de valor observada en el sector tecnológico en las últimas semanas (índices de esta naturaleza, como el NASDAQ americano, han retrocedido notablemente desde sus últimos máximos observados), parece haber dejado espacio a otros sectores aparentemente menos atractivos, como los mencionados arriba.
Por su parte, la renta fija ha tenido poco protagonismo. Exceptuando un par de ocasiones concretas (una de ellas durante el primer trimestre de 2021, y la otra hace escasa semana y media), el rendimiento de los bonos a largo plazo (tanto en suelo europeo como americano) se ha mantenido moderado, y los inversores han continuado enfocando su interés sobre las bolsas a nivel global.
¿Cuáles son los principales retos?
De cara a la recta final del año, existen varios aspectos a tener en cuenta para el inversor. Uno de ellos, sin duda, está fuertemente ligado a la creciente presión inflacionista. Al abrigo de lo que dictaminen los diversos bancos centrales, el incremento de precios sin duda se perfila como factor de riesgo no sólo en términos de consumo doméstico, sino también sobre las carteras de inversión (dado su impacto negativo sobre la rentabilidad).
Otro de los principales aspectos a valorar es el impacto tanto de la crisis en el área de semiconductores, como de los problemas asociados a las cadenas de suministro en empresas de diversos sectores. Ambos han erosionado significativamente el habitual funcionamiento de las mismas, suponiendo retrasos en plazos de envío, oferta cada vez más limitada y pérdida de ingresos. Esto se traduce en una potencial amenaza a medio plazo, dada la incertidumbre al respecto (ya que se desconoce cuándo conseguirán subsanarse estos problemas).
¿A qué debemos estar muy atentos?
Cabe prestar atención a los datos macro, tanto a nivel nacional como internacional. En España, el escenario actual apunta a una muy gradual recuperación económica, al abrigo de los resultados de evolución del PIB. En el caso de Europa, este crecimiento se ha visto más ralentizado durante la segunda mitad del año, (las estimaciones de crecimiento en este caso son del 4.8% en cómputo anual para 2021 y del 4.5% en 2022). Los últimos datos ajustados del segundo trimestre reflejaron un 13.7%, 113.6% y 14.3% de valor del PIB. Adicionalmente, la evolución del mercado laboral y los datos de ventas minoristas también actuarán como catalizadores del crecimiento económico. En este último caso, sobre todo habrá que tener en cuenta la notable caída en las cifras de ventas (excluyendo el sector automovilístico) desde el mes de mayo de 2021.
A nivel global, en otras regiones como China, el foco se sitúa sobre dos sectores: tecnológico y educativo. Las duras restricciones y sanciones impuestas a ambos por parte de las autoridades chinas han contribuido notablemente a la caída en suelo bursátil de compañías de esta naturaleza. Esto, en contra de lo que cabría pensar, se traduce en una potencial oportunidad para invertir en este mercado a precios por debajo de su valor teórico (en más de un caso).
¿Qué recorrido cree que va a tener la Bolsa en los próximos meses?
Los mercados aún se mantienen alerta ante la temporada de resultados empresariales del tercer trimestre, que en EEUU ya ha arrancado con unos potentes resultados en el sector financiero (de manos de entidades como JP Morgan o BlackRock, cuyos datos no han defraudado en absoluto). La pérdida de confianza en algunos de los principales sectores (la tecnología americana ha retrocedido de forma visible recientemente) podría beneficiar a zonas emergentes (países de Europa del Este, Latinoamérica u Oriente Medio son buenos ejemplos de ello).
¿Qué mercados se van a comportar mejor?
Según lo comentado en términos de evolución macro, podríamos asistir a la reactivación de sectores con fuerte exposición al ciclo económico (financieras, construcción, industria, turismo y ocio, entre otras), si bien la estabilidad de estos valores ha sido baja en los últimos años. En suma, es de esperar que los de carácter defensivo (alimentación y consumo básico, farmacia, energía) continúen evolucionando favorablemente, en línea con lo observado desde principios de año. En este sentido, podría destacarse el potencial impacto positivo del plan de infraestructuras propuesto por la Administración Biden (valorado en un trillón de dólares) sobre el sector energético. Dada la exposición a EEUU por parte de varias empresas españolas (Acciona, Siemens Gamesa, Iberdrola, Repsol, FCC o ACS son ejemplos reseñables), la potencial apuesta de Biden por determinados sectores ligados a construcción, industria y especialmente energías renovables, podría pavimentar la senda hacia un crecimiento más pronunciado de estas compañías en suelo bursátil de cara a los próximos años.
En el caso de Europa, el desarrollo sectorial podría ser análogo. De hecho, teniendo en cuenta la indecisión generalizada que reina entre los inversores a raíz de la convulsa evolución de precios en las últimas semanas (a la espera de que se solidifique el anteriormente mencionado plan de infraestructuras en EEUU), el Viejo Continente se erige como un potencial refugio para el capital donde, además de esquivarse el efecto divisa, se pueden encontrar oportunidades de crecimiento en el área de renta fija y variable.
¿Cuáles son sus recomendaciones?
Dada su evolución en los últimos meses (e incluso en los últimos años), sectores como el farmacéutico o el de energías renovables han demostrado reflejar en bolsa su buen desempeño en términos de solidez en sus estados financieros. Es el caso de empresas como Acciona (+31.3%), Naturgy (+26.85%), Enagás (+13.9%) o Red Eléctrica (+11.2%), que continúan acumulando rentabilidad en parqué bursátil.
De hecho, estas últimas han continuado ganando terreno a las ligadas al combustible fósil, pese al reciente repunte del crudo (tanto del Brent, que ya ha alcanzado niveles de precio de 2018, como del WTI, que ha hecho lo propio con niveles no registrados desde 2014). Una excepción a lo anterior es Repsol, que continúa acumulando rentabilidad a buen ritmo en 2021 (casi un 44% desde el mes de enero).
En la otra cara de la moneda, observamos valores que, pese a la rentabilidad cosechada desde enero de 2021, podrían registrar un viraje en su precio a medio plazo. Es el caso de compañías como Banco Sabadell (+89%), Bankinter (+51%), BBVA (+48%) o Banco Santander (+32%). A éstos, quizá podrían sumarse Acerinox (+40%) y Arcelormittal (+46%), debido a la volatilidad asociada a los metales industriales como aluminio, cobre, zinc o níquel (que han registrado crecimientos desde el 16% hasta el 56% desde inicios del año actual). Adicionalmente, el sector de la automoción podría verse castigado también en 2022, de no resolverse la crisis de los semiconductores. Esto repercutiría no sólo sobre la bolsa española (CIE Automotive), sino también en Europa (Peugeot, Renault, BMW o Volkswagen, entre otros) y EEUU (es el caso de General Motors o Ford).
¿Cuáles son sus principales apuestas?
A nivel geográfico, pese a sus negativos datos de crecimiento de PIB en el tercer trimestre de 2021, China continúa siendo una de las principales apuestas para 2022. Pese a que no en todos los casos una bajada en los precios de la renta variable se traduce en oportunidad, la segunda potencia mundial aún dispone de capacidad suficiente para lidiar con situaciones adversas como la de Evergrande (que ha supuesto un shock no sólo para el mercado inmobiliario, sino a nivel general para la economía en China).
A nivel sectorial, a corto plazo cabe prestar especial atención a las cíclicas (de cara al cierre de año), apoyándonos en los resultados trimestrales (ejemplo de ello es la banca americana, que a diferencia de la europea, está arrojando sólidos resultados). Podrían incluirse determinadas compañías con foco en infraestructuras y tecnologías de la información (en suelo europeo, podríamos incluir algunas de las más punteras, como Cellnex o American Towers). En caso de buscar una ventana temporal más amplia, la farmacia, la alimentación y la energía continúan estando en el punto de mira (algunas compañías que responden a lo anterior son Pharma Mar, Rovi, Almirall, Viscofan, o las renovables mencionadas anteriormente).
Miguel Momobela Rosario (Madrid, 1990) es senior account manager en XTB España. Graduado en Economía por la Universidad Rey Juan Carlos I, economista colegiado y con máster en Gestión de Carteras por el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), es especialista en Banca Privada y Gestión Patrimonial. Cuenta con experiencia en las áreas de Banca de Inversión y de Gestión de Activos, habiendo formado parte de entidades como BBVA Asset Management o Bankia.
Entrevista de Mercedes Cobo, El Nuevo Lunes
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